
Agradece
Agradece.
La semilla de la planta crece y agradece.
Agradece con sus flores todo lo que recibe de la tierra.
Agradece con sus colores la luz que recibe del sol.
Agradece con su trabajo su existencia.
Piénsalo; su propia existencia es un milagro:
Cuando fue semilla, pudo caer en tierra estéril. En un camino empedrado o en una banqueta de cemento.
No fue el caso. Sus raíces abrazaron el calor del terreno apropiado. Y lo apropiado para ella fue crecer.
Ella agradece su existencia con su crecimiento.
De alguna forma, inefable, conoce las estaciones del año y se prepara.
Florece en primavera y aguarda al invierno.
Soporta el clima en verano y desprende sus hojas en otoño.
Aunque se encuentra plantada en el mismo lugar; cada año es un viaje emocionante.
Por supuesto que los riesgos existen.
Pueden pisarla por accidente. Incluso pisarla no por accidente.
Su defensa es hacer lo suyo. Y lo suyo es crecer.
Esa es su forma de agradecer.
¿Y la tuya?
#PiensaFueradelaSilla
Photo by KS KYUNG